El Tesoro Perdido
Crecimos en un mundo en donde la socialización era muy importante, nuestros amigos, nuestra familia y hasta nuestros maestros estaban ahí para platicar con nosotros y para escucharnos. Hacíamos lo que tocaba para el momento o la actividad en la que estábamos. Si era la hora de la comida, simplemente comíamos y platicábamos con nuestros papás y hermanos, en las tardes salíamos a jugar con nuestros amigos y simplemente jugábamos y platicábamos, lo mismo a la hora de la cena, o al ir en el carro. El punto de reunión que no fallaba nunca era la mesa de la cocina, en la que tranquilamente comíamos comida real ( frijoles, carne, verduras, pollo, ensalada etc) y tomábamos agua de limón, naranjada o jamaica y por supuesto la comida iba acompañada de una muy buena plática de cómo había sido nuestro día. Los tiempos fueron cambiando, la tecnología inalámbrica fue creciendo y vivir siempre con prisa fue quitándonos el tiempo maravilloso que pasábamos alrededor de la mesa de la cocina. Ahora es co...